domingo, 15 de abril de 2012

CAPÍTULO 2


CAPÍTULO 2
Paramos a comprar dos granizados de limón para ir bebiéndonoslos mientras andábamos.
Llegamos y Erik nos presentó a todos sus amigos. Jas se sentó en un banco situado delante de una pared, en la que me apoyé, mirado a Jas con tristeza. Jas no había levantado la mirada del suelo, estaba sentada en un banco viendo como los chicos hacían skateboard  cuando uno de ellos se sentó a su lado y comenzó a hablar:

-Hola- dijo el simpático.
-Hola- contestó una voz triste
-¿Qué tal estás?
-Mal –contestó la misma voz triste.
-¿Y eso?- dijo el apartándole el pelo de la cara.
-Me estaba engañando- dijo ella decepcionada.
-¡Wow! ¿Quién? –contestó con curiosidad.
-Mi novio, Zac, un imbécil…-contestó ella llorando.
-Eh,eh,eh, deja de hablar de eso ya, tranquila, no pasa nada. Mira, yo me llamo Alan ¿y tu?- intentó tranquilizarla.
-Jas
-Un nombre precioso…
-No hace falta que me hagas la pelota –dijo ella con tono descarado.
-No lo hacía- contestó sonriendo.
-¿En serio?- Dijo ella algo más animada.
-Claro- contestó él.
-Gracias, me has hecho sentir mejor- dijo ella por fin pudiéndole mirar a la cara.

En ese mismo instante vio por primera vez a Alan. Intentó reprimir las ganas de sonreír pero finalmente acabó sonriendo. Alan llevaba sonriendo desde que le había visto la primera vez.
Por fin, pudiéndola mirar a la cara le pidió su número: 
- Me das tu teléfono para quedar y eso…- dijo el ruborizado.
- Claro- Jas empezó a sacar un bolígrafo del bolso y se lo apuntó en la mano.
-¡Gracias!- dijo él entusiasmado.
-¡De nada!- contestó ella más contenta de lo que había estado estos días.

Se dieron dos besos y Alan volvió ha hacer sus trucos con el skate y Jas, fue corriendo a contármelo, aunque yo lo había oído todo desde la pared, hice como si no supiera nada para no quitarle la ilusión.
 Erik estaba sentado con sus amigos cuando me despedí a lo lejos.
Jas estaba emocionada cuando, mientras me contaba la experiencia, se cruzó con Zac y Ariane. Yo y Jas nos sujetábamos fuerte de la mano, lo que para nosotras significaba que aguantaríamos y tendríamos fuerzas. Ariane empezó a reírse, Jas estaba furiosa, pero a la vez feliz por el suceso cuando, dejé caer el hielo restante del granizado en las sandalias de Ariane, que salió corriendo, mientras que Jas y yo nos reíamos. Zac miraba la situación, estaba furioso porque ya no hacía daño a Jas. Este se volvió y fue detrás de Ariane corriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario