domingo, 15 de abril de 2012

CAPÍTULO 3


CAPÍTULO 3


 Llegaba a mi casa cuando mi madre estaba recogiendo los platos de la comida:
-Brittany, no has venido a comer- Dijo enfadada.
-Mamá, estaba con Jas, lo siento- Contesté dándome cuenta de que no la había avisado
-Me da igual, no has venido a comer- Todavía parecía molesta.
-No tenía hambre- dije desganada.
-Bueno, la próxima vez me llamas ¿vale? – Me miró seria, aunque algo menos enfadada.
-Vale, de acuerdo- dije con tono aburrido.

Subí a mi habitación cuando me encontré a mi hermana con todo mi maquillaje.
-¡Lialian!, ¿eres tonta?- dije gritando
Se giró sorprendida, estaba tan ensimismada pintándose los labios que no se había dado ni cuenta de que había entrado a mi habitación.
-¡No me grites!- Dijo mientras salía corriendo de mi cuarto, dejando todo el maquillaje esparcido por el suelo.
-¡Grito lo que me da la gana! Y además no lo haría si dejases mis cosas en paz. – Grité hacia el pasillo mientras ella se alejaba.
-¡Pues a mamá vas!- Contestó ella mientras bajaba las escaleras.
Lilian tenía 6 años, una diferencia de edad conmigo bastante grande, pero ella me quería mucho, aunque discutiésemos a menudo.
Era rubia, quizás más oscura que yo, pelo muy rizado y cuando quería podía llegar a ser inaguantable, pero para mi era especial, la quería muchísimo. Pero eso si, cuando Lilian tocaba mi maquillaje, yo podía llegar a ser muy cruel con ella.
Bajé al salón y , como no, allí estaba Lilian junto a mi madre. Al verlas me intenté escabullir.
-Brittany- Me llamó mi madre. Demasiado tarde. Solo usaba mi nombre completo cuando estaba enfadada.
-¿Qué quieres?-  Pregunté imaginándome lo que venía a continuación.
-Que te disculpes con Lilian.- Dijo con tono cortante. Cómo no, ¿que iba a ser si no?
-Jamás- dije con voz peliculera.
-¿Porqué no?-dijo dulcemente.
-Ha usado mi maquillaje, me ha destrozado tres pintalabios y encima me ha gastado medio bote de pintauñas. – Dije casi gritando.
-No pasa nada,  ella también quiere pintarse las uñas, como tú. – Dijo intentando justificar el comportamiento de mi hermana.
-Mamá, ¡las uñas de los pies!- dije enfadada.
Lialian soltó una carcajada que hizo que me enfureciera aun más y saliera detrás de ella.
Empezó a correr derecha a su habitación y me cerró la puerta en las narices.
-Lilian, ya verás cuando salgas…- dije amenazante.
-Pues no me vas a pegar -y me hizo una pedorreta- 
-Que infantil eres- contesté con aire de superioridad.
-Pues como tú- Dijo ella intentando quedar por encima mía.
-Bicho, no piques…
Se rió de forma burlona. Lo único que conseguía era irritarme todavía más.
Me fui ha mi habitación, lo recogí todo y miré el móvil, tenía 20 mensajes de parte de Jas y de los amigos de Erik.
Todos trataban de un accidente en  la pista de skate que era donde estaban siempre, en la que habíamos estado hace un rato. 
Dejé un posit en la puerta diciendo que volvería tarde. No sé si mi madre entendería la letra, la escribí todo lo deprisa que pude y salí pitando hacia la pista.
Cuando llegué ví que Erik estaba en una camilla metido en una ambulancia. ¿Tenía que pasarle justo a él?
-¡¿Qué ha pasado?! – Pregunté alarmada. 
-Nada, que me he ido de la pista y un coche me ha dado un golpe pero no ha sido nada… - Contestó, intentándose quitarle importancia.
-Pero tú estas bien ¿no?- dije preocupada.
-Sí, solo me he roto el brazo, no es nada, lo único que ya no podré surfear… -Contestó haciéndose el duro.
-¡¿Te has roto el brazo?! Pf… siento que no puedas surfear…- le contesté triste.
-Tú no tienes la culpa. Siempre te andas disculpando sin tener nada que ver. –Me miró de forma dulce.
-Ya lo sé, no sé por que.- sonreí.
-Yo si lo sé- dijo el con cara de pícaro.
-¿Por qué?- pregunté con interés.
-Porque eres la mejor.- dijo sonriéndome.
-Gracias, pero tu eres el mejor en todo. – Yo también sonreí.
-¿En que me atropellen coches también?- dijo insinuando.
-Claro.-sonreí de nuevo- Fíjate, tienes un brazo roto y te dedicas a hacer bromas.
 Me fui con el en la ambulancia. Al llegar al hospital le pusieron una escayola en la que me dediqué a pintar corazones con una B y una E. Al cabo de un rato fuimos a su casa. En cuanto les avisamos de que estábamos allí, todos decidieron venir. Fui a abrir la puerta.
Era Jas, que me cogió de la muñeca y me llevo a una esquina:
-Bueno, ¿y que tal está Erik? – me preguntó
-Bien, solo le han puesto una escayola. – dije mientras me frotaba la muñeca.
-Vayamos a verle. Luego te cuento, aquí hay demasiada gente…

Me di la vuelta para ir a despedirme de Erik, ya tenia llena la escayola de dibujos de sus amigos. Me hice paso entre todos, le dí un beso y me fui con Jas.

Nada más entrar a mi casa, Lilian fue corriendo a su habitación, y se cerró.
 -¿Que ha pasado?
-Nada, lo de siempre, ha cogido mi maquillaje- dije suspirando.
-¿Lilian sabe que en esos momentos puede estar en peligro de extinción?- dijo Jas con una risa en tono irónico.
-Jajajaja que graciosa- sonreí yo también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario