domingo, 15 de abril de 2012

CAPÍTULO 7


Me desperté, a mi lado no había nadie, por un momento pensé que mi madre había visto a Alan, pero luego estaba segura de que no, de haber sido así ya me hubiera levantado para echarme una bronca. Llevaba mi pijama rojo de camiseta de tirantes y shorts, me puse las chanclas y fui al baño. Al abrir la puerta estaba Alan, mirándose en el espejo, mientras que se colocaba el pelo, y cogía mi maquillaje extrañado, como si fuera algo nuevo. No se había dado cuenta de que había entrado cuando le dije:

-Luego si quieres te pongo un poco de base- dije mientras sonreía.

-Lo siento, no sabía que estuvieses despierta. –dijo él mientras que dejaba mi maquillaje.

- Ahora te traeré el desayuno ¿vale?

-Vale, ah, y muchas gracias. – contestó el sonriendo.

Llamé a Erik, le dije que Alan había pasado la noche en mi casa. Creo que estaba celoso, porque me dijo que luego hablaríamos.

Por la tarde, quedé con mis amigas en la ciudad. Fuimos a Bianco, y, como no, Jas tenía que decir la frase que todas estábamos esperando

- Ojalá le venga la regla con un pantalón blanco. –dijo Jas sonriéndonos.

Jas siempre lo decía, porque una vez quiso pasar al baño de esa heladería y la dependienta no la dejó, es un buen recuerdo.

Al girarnos, los chicos estaban detrás. Entre ellos, como no, Alan.
Al principio, creí que venía a llamar a Jas, pero no, vino a por mí.

Tardamos un rato, estábamos lejos, nos metimos por una calle vacía en la que nadie nos vio. Jas no quería ponerse celosa, sabía que era incapaz de hacer eso, y más con Jas delante.

Pasaron unos 30 minutos cuando regresamos, veníamos riéndonos.

No se acercó a mi ni un momento hasta que me terminé el helado, el suyo, estaba derretido, no había estado haciendo otra cosa que clavarle la cuchara cada segundo que había estado con Alan.

Se levantó, y lo tiró. No se dignó a mirarme, no era una opción que tuviese en mente. Por como conocía a Jas, sabía que se sentía frustrada.

Se levantó, y salió dando un golpe, todos la miramos, pero solo nos acercamos Alan y yo.

En cuanto vio que Alan la alcanzaba, se metió en una calle. Alan se entristeció al ver como Jas le evitaba, por lo que volvió a la heladería. Yo la seguí y la encontré sentada en el suelo, estaba llorando.

Todo el rimel se había extendido por sus mejillas. Se estaría preguntando que qué quería. Ni siquiera yo lo sabía, pero tampoco le dio tiempo para que saliese corriendo, así que, se secó las lágrimas y me senté a su lado.

- Sabes que me gusta y te vas con el a solas...A saber que habéis estado haciendo… –dijo Jas.

- Para empezar, no llores. –le dije secándole las lágrimas.

- No me digas lo que tengo que hacer- dijo mirando hacia otro lado

- Jas, solo hemos estado…

No me dejó terminar la frase

-¿Qué, besaros? –dijo echándome una mirada furtiva.

- ¿Qué? ¡Sabes que estoy con Erik! No os haría eso a ninguno de los dos.

-¿Y que habéis estado haciendo esa media hora?- Dijo ahora algo mas calmada

- Ha venido a darme las gracias

- ¿Las gracias? ¿Por qué?

- Por dejarle dormir en mi casa y no decirte nada.

- ¿¡Me estás diciendo que habéis dormido juntos!? ¿Cómo te atreves a venir aquí a decirme eso?- dijo malhumorada.

- No es lo que crees, nadie supo que estuvimos los dos.

- ¿Y que estuvisteis haciendo?- preguntó Jas intrigada

-Pues yo con el Tuenti y el Whatsapp, por cierto, vio tu mensaje.- le dije con una carcajada.

-¿Como se te ocurrió enseñárselo?. –dijo ella poniéndose roja.

- Pobre, el no tenía nada que hacer, y miraba de reojo los mensajes y lo que hacía. –contesté devolviéndole la sonrisa.
Por si no lo sabías, estaba dándome las gracias por poder quedarse en mi casa, si no me crees, pregúntaselo a el.- dije levantándome del suelo. – Pero creo que alguien se merece una disculpa. – sigo diciendo mientras le ofrezco una mano para levantarla del suelo.

Saco varios pañuelos de mi bolso y le quito el maquillaje que se ha estropeado, mientras saco un poco de maquillaje y la maquillo.

-Ahora corre, que te estaba buscando.- le digo y sale corriendo.

Jas entra en la heladería, voy detrás y veo que Alan esta sentado solo, mientras que una lágrima le baja por la mejilla, y al verla entrar, se seca la lágrima, se levanta y la coge de un brazo, sacándola de la heladería. Yo me siento al lado de Erik, le doy un beso y sonrío. Miramos desde la ventana lo que ocurre y vemos que Alan y Jas se están besando, y nos damos cuenta de que es la primera muestra de afecto que tienen en público.

Cuando ya iba siendo hora de volver a casa, subimos todos en el autobús. Yo me senté con Erik y Jas con Alan. Cuando Alan tuvo que bajarse se despidió de Jas con un beso.
Erik se bajó en la siguiente parada y Jas se sentó a mi lado. Fue entonces cuando me contó como le fue con Alan.

Ya eran las diez de la noche, y le dije a mi madre que no cenaría,  pero ese día  ella lo aceptó sin decirme nada.

Como siempre, me acosté en mi cama, escuchando música, hasta que me quedé dormida.

CAPÍTULO 6


CAPÍTULO 6


Estaba tensa y asustada, pero a la vez me sentía como una aventurera. No les habíamos dicho nada a nuestros padres por temor a que no aceptaran la relación, aunque no había motivo evidente.
Me puse los shorts, y las chanclas, empecé a hablar por el móvil, mientras sujetaba las gafas de sol con los dientes, me conecté al Whatsapp y me puse a hablar con Jas. De repente, de una calle salió Alan, dándome una palmadita en la espalda, a la que yo reaccioné sobresaltada. Sabía que era Alan, había escuchado antes su voz. Ni si quiera me giré para mirarle cuando se me cayó el móvil, dejando por el suelo la batería, la tarjeta y la tapa trasera del móvil. Me agache a recogerla, mientras que Alan me hablaba.

-          No se lo digas a Jas.- me dijo Alan.

-          ¿Decirle el qué? –contesté .

-          Me he encontrado con Zac.-

-          ¿ Encontrado o has ido a buscarle?

-          En realidad me ha pillado por sorpresa

-          ¿ Y que ha pasado?

-          Mírame a la cara y lo sabrás.- dijo entristecido.

Nada más girarme, vi que tenía el ojo morado e hinchado. Fuimos a mi casa, donde le puse una bolsa de hielo, y cuando le empezó a bajar la hinchazón, le seguí preguntando sobre lo sucedido.

-          ¿ Pero que habéis hecho para tener un ojo morado?

-          Nada, que ha cogido y me ha pegado un puñetazo – contestó arrepentido.
-          ¿ Y lo dices así?

-          Si, pero por favor, no se lo digas a Jas…

-          Jas ya lo sabe. –dije haciendo que se quedara sorprendido. –Pero solo sabe que fuiste a amenazar a Zac.

-          Pero yo no fui a amenazarle, no se ni como se ha enterado de que estoy con Jas.

-          Pero no estás con Jas, por lo menos aún no.

-          Ya, pensaba ir a pedirle que saliese conmigo, pero no puedo ir con un ojo morado.

-          Te entiendo. Bueno, podemos ir a explicarle todo lo que ha pasado, o te puedes quedar en mi casa hasta que te baje la hinchazón.- dije dándole a elegir.

-          Prefiero tu casa- contestó sonriéndose.



Subimos a mi cuarto, el se sentó en mi cama, apoyado en la pared, quitándose las zapatillas, mientras que yo, me sentaba a su lado y me descalzaba.

La bolsa de hielo empezaba a gotear, pero hice caso omiso y entré con el portátil en tuenti.

Tenía 2 mensajes privados. Jas, como era de esperar, y otro de Erik.

En el mensaje de Jas leí:

No se si hacerlo, pero creo que quiero pedirle salir a Alan. ¿Qué debo hacer? Te quiero.

Se lo enseñé a Alan, que estaba entretenido con las gotas que caían. Se ruborizó lo suficiente como para que sus mejillas se pusieran rojas. Lo que hizo sacarme una sonrisa.

Alan se levantó y fue ha quitarse la bolsa de hielo, la dejó derritiéndose en mi bañera.
Aún tenía el ojo morado, pero por lo menos no lo tenía tan hinchado.

Se volvió a sentar en la cama, mirando de reojo mi portátil, yo mientras tanto, leía el mensaje de Erik:

Preciosa, ¿Qué tal estás? . No viniste a verme esta tarde… me sentí solo. ¿Vendrás mañana? Te quiero y buenas noches.

No me había dado cuenta de que ya era de noche, mis padres estarían a punto de decirme que era hora de cenar.

-          Bueno, ¿ te acompaño a tu casa?- le pregunté a Alan.

-          No, da igual, tampoco tenía pensado ir allí.- contestó mirando al suelo.
-          ¿ Y porque no?- pregunté curiosa.

-          Como mis padres vean mi ojo no me dejarán salir, te lo aseguro, y quiero ver a Jas.

-          ¿Y donde tienes pensado ir?

-          ¿ Donde Erik?- dijo no muy convencido.

-          Si vas allí, la habrás cagado. Harás que se meta Erik, y creo que ninguno de los dos queremos eso.- contesté seca.

-          ¿Y donde voy?- preguntó mirándome a la cara.

-          Te quedarás en mi casa.

-          ¿En la habitación rosa? – dijo mirando las paredes, pero a la vez sonriendo.

-          ¿Prefieres no ver a Jas?- dije contraatacando.

-          Creo que me está empezando a gustar el rosa, ¿sabes?- contestó sonriéndose.

-          Voy a cenar, ahora te traeré algo –dije acercándome a la puerta.

-          Gracias, enserio. –dijo él con media sonrisa.

Al volver de la cena, había conseguido traer un poco de ensalada y unas natillas. A si que nada mas subir, se lo entregué.

-          ¿Qué has estado haciendo?-pregunté.

-          Hablando con Jas. –dijo moviendo el tenedor en la ensalada.

-          ¿Y que te ha contado?

-          Nada, que qué tal… ya sabes…lo de siempre.-dijo triste.

-          Bueno, ya cambiaréis de conversación.- le dije intentando animarlo.

-          Cambiando de tema. ¿Tus padres saben que estoy aquí?

-          No. Ni lo van a saber ¿Vale?- Le dije intentando que me obedeciese.

No había dos camas, a si que, intenté que me dejara que yo durmiese en el suelo, pero el se negó, a si que terminamos en la cama los dos juntos.








CAPÍTULO 5


CAPÍ TULO 5


Eran las 7:00, mi alarma del móvil empezó a sonar, era la canción que Jas y yo adorábamos, What doesn’t kill you, de Keely Clarkson . A veces no la paraba, me encantaba escucharla. Esa mañana me alisé el pelo, me marqué los ojos, y me puse gloss en los labios. Me vestí con una camisetahttp://www.polyvore.com/deer_print_tee_emma_cook/thing?id=51208870, un pantalón corto, el bikini rojo y unas sandalias marrones. Esta vez me comí una tostada. Bajé a la playa, Jas estaba tomando el sol con sus gafas de corazón rojas, se había vestido con http://www.polyvore.com/bke_lounge_graphic_shirt/thing?id=51660391 , un bikini azul, unas sandalias doradas y unos vaqueros cortos como los míos. Casi siempre íbamos vestidas parecidas, y más en verano. Esta vez, los chicos aparecieron por sorpresa. Erik, Alan y otros cuantos iban a la playa ha hacer surf, pero Erik, con la escayola no podía, a si que se sentó a mi lado, y me besó. Alan clavó la tabla en la arena y saludó a Jas. Lo miré todo con una sonrisa en la boca. Jas se levantó para poderle dar dos besos.

-Hola –dijo Alan-
-Hola- dijo ella sin quitarse las gafas.
-¿Te vienes a dar un paseo por la playa?- preguntó atrevido.

Jas me miró, como si necesitara mi consentimiento, solo tuvo que ver mi sonrisa para saber que se podía ir.
Erik y yo estuvimos hablando, fuimos al chiringuito de siempre y nos compramos un granizado de limón.

Estuvimos horas dando vueltas a la playa y cuando volvimos, Jas estaba con Alan. Sentados en la arena.
Yo y Erik los mirábamos con dulzura.

-          Hacen buena pareja ¿verdad?- pregunté-
-          La verdad es que si -sonrió-
-          ¿Y nosotros?¿hacemos buena pareja?
-          Por supuesto, si no, ¿porque íbamos a estar juntos?
-          Verdad… nunca lo había pensado. –contesté-

Apoyé la cabeza en el hombro de Erik. Habíamos quedado en ir a comer, a si que llamé a mi madre para decirle que no iría.

Fuimos a casa de Erik, estábamos solo, al cuidado de su hermano, Lewis ,pero todos le llamaban Le.
 Me encantaba estar con Le, ya que gracias a el conocí a Erik.
Lilian y Le, van a la misma clase. Un día nos vimos al ir a recoger a nuestros hermanos y fue cuando nos conocimos por primera vez. Quiero muchísimo a Le.

-          Hola Le -dije-
-          Hola tata

Le siempre me llamaba tata, desde que empecé a salir con su hermano. Quizás era porque me quería como a una hermana. Quien sabe. Cosas de niños.

Preparamos la comida, unos sándwiches vegetales. Le se quedó viendo la televisión dentro, nosotros fuimos al patio a darnos un baño en la piscina.

-          ¿Sabes una cosa? Parece que Le y Lilian sean nuestros cupidos.- dije romántica.
-           
-          La verdad es que si, gracias a ellos nos conocemos nosotros.-sonrió.
-           
-          Te quiero ¿Lo sabías no?- dije mirándole a los ojos.
-           
-          Sí. Yo también te quiero.- contestó.

Erik me agarró de la cintura, yo a él del cuello y nos besamos..

Algo hizo que no fuera un beso largo. Habían llegado los padres de Erik, ninguno de los dos le habíamos dicho a nuestros padres que teníamos una relación, solo sabían que éramos amigos, y eso que ya llevábamos un año y medio saliendo.

-Corre, salte fuera. –Dijo Erik-

Cogí toda mi ropa, salté y me fui.

CAPÍTULO 4


CAPÍTULO 4


Entramos a mi habitación:

-Bueno, ¿Qué ha pasado?-pregunté.

-Pues que ha venido Ariane, diciéndome que más vale que deje de amenazar a su novio…

-Pero, ¿le has amenazado?- dije preocupada.

-¡No!, me he enterado de que ha sido Alan, pero el no se lo ha dicho a nadie, por eso no quería contártelo allí.

-Wow, se nota que te quiere ehh…-dije intentando que Jas se enrojeciera-

-¡Que dices! ¿Estás loca o es que te han pinchado algo raro en el hospital?- dijo enfadada.

-No… es que como os hacéis ojitos…- dije yo consiguiendo mi objetivo.

-¡No nos hacemos nada!, no inventes Bri…

-Bueno… -respondí sin acabar de creérmelo.


Sonó un móvil, era el de Jas, su madre le decía que volviese a casa, iban a cenar. Acompañé a Jas hasta su casa y me vine andando, con el móvil en la mano, hablando por whatsapp, no había nadie, guardé el móvil en el bolsillo, y entré en mi casa.

-¿Está la cena lista?- pregunté dando voces.

-Si, ven a poner la mesa- respondió su madre-

-¡Lilian!- grité- ¡Ven a poner la mesa conmigo!

-¡No que me pegas!- dijo con tono asustadizo.

-No,- dije suspirando- si me ayudas no te pego-

-¿Y me les un cuento?

-Bueno, eso lo hablamos después, pero venga, baja a ayudarme.- dije rindiéndome.


Mi padre, entraba ahora por la puerta, nunca había llegado tan tarde de trabajar, por lo visto, tenía una reunión con el comité de empresa.

-¿Qué tal niñas?

Lilian Salió corriendo a darle un abrazo, mientras que yo, terminaba de poner la mesa.

-Hola papá- dije.

-Hola hija, ¿Qué tal?

-Bien, bastante bien

-Me alegro- contestó-  Bueno, ¿Qué hay de cenar?

-Tacos mejicanos- contestó su madre a lo lejos-

-Mmm … Delicioso- sonrió su padre-

Nada más terminar, recogí mi plato y subí arriba, Jas me mandó un mensaje que ponía:

MAÑANA A LAS 8:00 EN LA PLAYA :)  TKM MI 10# PERFECTO

Algo muy normal en Jas, me dije.
Estuve chateando con Erik, que ya se encontraba mejor y con Jas de lo que habíamos decidido, al rato me acosté, estuve escuchando música, hasta quedarme dormida.


CAPÍTULO 3


CAPÍTULO 3


 Llegaba a mi casa cuando mi madre estaba recogiendo los platos de la comida:
-Brittany, no has venido a comer- Dijo enfadada.
-Mamá, estaba con Jas, lo siento- Contesté dándome cuenta de que no la había avisado
-Me da igual, no has venido a comer- Todavía parecía molesta.
-No tenía hambre- dije desganada.
-Bueno, la próxima vez me llamas ¿vale? – Me miró seria, aunque algo menos enfadada.
-Vale, de acuerdo- dije con tono aburrido.

Subí a mi habitación cuando me encontré a mi hermana con todo mi maquillaje.
-¡Lialian!, ¿eres tonta?- dije gritando
Se giró sorprendida, estaba tan ensimismada pintándose los labios que no se había dado ni cuenta de que había entrado a mi habitación.
-¡No me grites!- Dijo mientras salía corriendo de mi cuarto, dejando todo el maquillaje esparcido por el suelo.
-¡Grito lo que me da la gana! Y además no lo haría si dejases mis cosas en paz. – Grité hacia el pasillo mientras ella se alejaba.
-¡Pues a mamá vas!- Contestó ella mientras bajaba las escaleras.
Lilian tenía 6 años, una diferencia de edad conmigo bastante grande, pero ella me quería mucho, aunque discutiésemos a menudo.
Era rubia, quizás más oscura que yo, pelo muy rizado y cuando quería podía llegar a ser inaguantable, pero para mi era especial, la quería muchísimo. Pero eso si, cuando Lilian tocaba mi maquillaje, yo podía llegar a ser muy cruel con ella.
Bajé al salón y , como no, allí estaba Lilian junto a mi madre. Al verlas me intenté escabullir.
-Brittany- Me llamó mi madre. Demasiado tarde. Solo usaba mi nombre completo cuando estaba enfadada.
-¿Qué quieres?-  Pregunté imaginándome lo que venía a continuación.
-Que te disculpes con Lilian.- Dijo con tono cortante. Cómo no, ¿que iba a ser si no?
-Jamás- dije con voz peliculera.
-¿Porqué no?-dijo dulcemente.
-Ha usado mi maquillaje, me ha destrozado tres pintalabios y encima me ha gastado medio bote de pintauñas. – Dije casi gritando.
-No pasa nada,  ella también quiere pintarse las uñas, como tú. – Dijo intentando justificar el comportamiento de mi hermana.
-Mamá, ¡las uñas de los pies!- dije enfadada.
Lialian soltó una carcajada que hizo que me enfureciera aun más y saliera detrás de ella.
Empezó a correr derecha a su habitación y me cerró la puerta en las narices.
-Lilian, ya verás cuando salgas…- dije amenazante.
-Pues no me vas a pegar -y me hizo una pedorreta- 
-Que infantil eres- contesté con aire de superioridad.
-Pues como tú- Dijo ella intentando quedar por encima mía.
-Bicho, no piques…
Se rió de forma burlona. Lo único que conseguía era irritarme todavía más.
Me fui ha mi habitación, lo recogí todo y miré el móvil, tenía 20 mensajes de parte de Jas y de los amigos de Erik.
Todos trataban de un accidente en  la pista de skate que era donde estaban siempre, en la que habíamos estado hace un rato. 
Dejé un posit en la puerta diciendo que volvería tarde. No sé si mi madre entendería la letra, la escribí todo lo deprisa que pude y salí pitando hacia la pista.
Cuando llegué ví que Erik estaba en una camilla metido en una ambulancia. ¿Tenía que pasarle justo a él?
-¡¿Qué ha pasado?! – Pregunté alarmada. 
-Nada, que me he ido de la pista y un coche me ha dado un golpe pero no ha sido nada… - Contestó, intentándose quitarle importancia.
-Pero tú estas bien ¿no?- dije preocupada.
-Sí, solo me he roto el brazo, no es nada, lo único que ya no podré surfear… -Contestó haciéndose el duro.
-¡¿Te has roto el brazo?! Pf… siento que no puedas surfear…- le contesté triste.
-Tú no tienes la culpa. Siempre te andas disculpando sin tener nada que ver. –Me miró de forma dulce.
-Ya lo sé, no sé por que.- sonreí.
-Yo si lo sé- dijo el con cara de pícaro.
-¿Por qué?- pregunté con interés.
-Porque eres la mejor.- dijo sonriéndome.
-Gracias, pero tu eres el mejor en todo. – Yo también sonreí.
-¿En que me atropellen coches también?- dijo insinuando.
-Claro.-sonreí de nuevo- Fíjate, tienes un brazo roto y te dedicas a hacer bromas.
 Me fui con el en la ambulancia. Al llegar al hospital le pusieron una escayola en la que me dediqué a pintar corazones con una B y una E. Al cabo de un rato fuimos a su casa. En cuanto les avisamos de que estábamos allí, todos decidieron venir. Fui a abrir la puerta.
Era Jas, que me cogió de la muñeca y me llevo a una esquina:
-Bueno, ¿y que tal está Erik? – me preguntó
-Bien, solo le han puesto una escayola. – dije mientras me frotaba la muñeca.
-Vayamos a verle. Luego te cuento, aquí hay demasiada gente…

Me di la vuelta para ir a despedirme de Erik, ya tenia llena la escayola de dibujos de sus amigos. Me hice paso entre todos, le dí un beso y me fui con Jas.

Nada más entrar a mi casa, Lilian fue corriendo a su habitación, y se cerró.
 -¿Que ha pasado?
-Nada, lo de siempre, ha cogido mi maquillaje- dije suspirando.
-¿Lilian sabe que en esos momentos puede estar en peligro de extinción?- dijo Jas con una risa en tono irónico.
-Jajajaja que graciosa- sonreí yo también.

CAPÍTULO 2


CAPÍTULO 2
Paramos a comprar dos granizados de limón para ir bebiéndonoslos mientras andábamos.
Llegamos y Erik nos presentó a todos sus amigos. Jas se sentó en un banco situado delante de una pared, en la que me apoyé, mirado a Jas con tristeza. Jas no había levantado la mirada del suelo, estaba sentada en un banco viendo como los chicos hacían skateboard  cuando uno de ellos se sentó a su lado y comenzó a hablar:

-Hola- dijo el simpático.
-Hola- contestó una voz triste
-¿Qué tal estás?
-Mal –contestó la misma voz triste.
-¿Y eso?- dijo el apartándole el pelo de la cara.
-Me estaba engañando- dijo ella decepcionada.
-¡Wow! ¿Quién? –contestó con curiosidad.
-Mi novio, Zac, un imbécil…-contestó ella llorando.
-Eh,eh,eh, deja de hablar de eso ya, tranquila, no pasa nada. Mira, yo me llamo Alan ¿y tu?- intentó tranquilizarla.
-Jas
-Un nombre precioso…
-No hace falta que me hagas la pelota –dijo ella con tono descarado.
-No lo hacía- contestó sonriendo.
-¿En serio?- Dijo ella algo más animada.
-Claro- contestó él.
-Gracias, me has hecho sentir mejor- dijo ella por fin pudiéndole mirar a la cara.

En ese mismo instante vio por primera vez a Alan. Intentó reprimir las ganas de sonreír pero finalmente acabó sonriendo. Alan llevaba sonriendo desde que le había visto la primera vez.
Por fin, pudiéndola mirar a la cara le pidió su número: 
- Me das tu teléfono para quedar y eso…- dijo el ruborizado.
- Claro- Jas empezó a sacar un bolígrafo del bolso y se lo apuntó en la mano.
-¡Gracias!- dijo él entusiasmado.
-¡De nada!- contestó ella más contenta de lo que había estado estos días.

Se dieron dos besos y Alan volvió ha hacer sus trucos con el skate y Jas, fue corriendo a contármelo, aunque yo lo había oído todo desde la pared, hice como si no supiera nada para no quitarle la ilusión.
 Erik estaba sentado con sus amigos cuando me despedí a lo lejos.
Jas estaba emocionada cuando, mientras me contaba la experiencia, se cruzó con Zac y Ariane. Yo y Jas nos sujetábamos fuerte de la mano, lo que para nosotras significaba que aguantaríamos y tendríamos fuerzas. Ariane empezó a reírse, Jas estaba furiosa, pero a la vez feliz por el suceso cuando, dejé caer el hielo restante del granizado en las sandalias de Ariane, que salió corriendo, mientras que Jas y yo nos reíamos. Zac miraba la situación, estaba furioso porque ya no hacía daño a Jas. Este se volvió y fue detrás de Ariane corriendo.

CAPÍTULO 1


CAPÍTULO 1


Me llamo Brittany, pero todos me llamaban Bri. Tengo 16 años, soy rubia de pelo ondulado, de ojos verdes y vivo en Palm Beach, en Florida. 
Era verano, una mañana más. Me levanté a las ocho para quedar en la playa con Jasmine, mi mejor amiga a la que todos llamamos Jas. Ella era alta, guapa, le encantaba maquillarse y tenía el pelo moreno y liso. Desayuné una manzana, me lavé los dientes, me maquillé y me puse mi bikini negro http://www.polyvore.com/phillip_lim_bandeau_bikini_set/thing?id=44245282, una camiseta blanca http://www.polyvore.com/zoe_karssen_teenage_wolf_pack/thing?id=47152301 con unos vaqueros cortos y las chanclas de Estados Unidos.
Cuándo salí de casa, ahí estaba Erik, mi novio, que me saludó con un beso.
Erik era rubio de pelo liso y alocado, alto, delgado y musculoso, muy bronceado por el sol.
-Hola cariño, ¿Cómo has bajado tan pronto?- dije.
-Nada, que tenía ganas de verte. ¿Te vienes a dar una vuelta?- Me dijo mientras me sonreía.
-Lo siento…he quedado con Jas, ya sabes, ahora está muy sensible con lo de Zac… Ese idiota va y la deja por Ariane… -Suspiré.
-Entonces… ¿no te quedas conmigo?- Dijo disgustado.
-No… lo siento pero no quiero que esté sola…
-Entiendo… ¿Y esta tarde estás libre?- Dijo de nuevo Erik
-Claro, llámame. Te quiero.-Sonreí y le abracé.
-Y yo a ti. –Dijo Erik justo antes de darme un beso y marcharse.
Me fui por el camino opuesto, el que bajaba a la playa.
Jas estaba esperándome, no se había maquillado, algo que siempre hacía , estaba triste y en la sombra, estos días no estaba morena, parecía que no le gustaba el sol, algo que ella adoraba. No soportaba verla así…era mi mejor amiga y sabía que debía animarla como fuese. 
-Hola Jas. ¿Qué tal? – Dije, mirándola preocupada.
-Bien…- Dijo con voz apagada, solo lo decían sus labios, pero Jas no lo sentía. 
-Jas, no tienes por que mentirme, sabes que puedes contar conmigo cuando estés mal...
-Sí, pero no me pasa nada- Dijo mirando al suelo. Sabía que cuando hacía eso era porque mentía.
-Jas… -Insistí una vez más.
- De acuerdo… Antes he visto pasar a Zac con Ariane, juntos, de la mano y escuchando nuestra canción. –Me dijo conteniendo las lágrimas.
-No te preocupes, también se cansará de ella…
-A si que, ¿yo solo era una más? –Me dijo mirándome a los ojos, mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.
-No, no, no, no, no…- Dije, sabiendo que había metido la pata hasta el fondo. 
-Bri, no te preocupes, estoy bien…-Dijo mientras se enjugaba las lágrimas.
-Lo siento Jas, no quería decir eso… -Me sentía muy culpable.
-No pasa nada, solo has dicho la verdad.
-Lo siento, en serio… - Dije mirando al suelo
-Vámonos de aquí - Jas se levantó de la sombra, se sacudió la arena de sus pantalones cortos http://www.polyvore.com/moto_neon_pink_hotpants/thing?id=49815276 y se puso sus gafas rojas con forma de corazón.
Llevaba su camiseta preferida, le sentaba muy bien http://www.polyvore.com/moto_neon_pink_hotpants/thing?id=49815276. Yo saqué mis gafas Ray ban blancas y me las puse.
Llevábamos una hora dando vueltas por la playa sin casi dirigirnos la palabra cuando me sonó el móvil, era Erik.

- Hemos quedado los chicos y yo a las dos y media ¿Te vienes?- dijo Erik al otro lado del teléfono.
- ¿Se puede venir Jas?- Pregunté
- Claro –Dijo con dulzura.
- Bueno, ahora iremos, hasta ahora amor- Sonreí, algo un poco estúpido ya que no podía verme.
- Hasta luego – Me dijo con tono alegre, podía imaginar que estaba sonriendo.
  
Colgué y miré a Jas.
- ¿Era Erik?- Preguntó
- Sí.
- ¿Qué te ha dicho?- Volvió a preguntar
- Que si quería ir con el y sus amigos.
- ¿Y que le has dicho? –Dijo sin demasiado interés
- Pues que sí… - Dije sonriéndola.
- Entonces… ¿Te vas ya? – Preguntó preocupada, pensado que la dejaría sola
- Sí -, pero tú te vienes conmigo – La miré mientras sonreía, intentando que la idea le pareciese atractiva.
-Pero yo no quiero… - Miró al suelo de nuevo, desganada
-Jas, lo he hecho por tu bien y lo sabes… No dejaré que lo de Zac te afecte demasiado.
Jas no dijo nada, solo se dedicaba a mirar hacia sus pies.
-Jas, aunque te cueste tienes que olvidarle.-Dije con tacto.
-Ya lo sé, pero no es tan fácil…
-Lo sé – Asentí con la cabeza.
-No, no lo sabes
-Sabes que me pasó algo parecido hace tiempo.-Dije mirandola a los ojos.- Jas por favor, hazlo por mí…Solo quiero que te distraigas un rato.
-No sé… - Todavía no estaba nada convencida con la idea.
-Bueno yo me voy ya- Dije de forma persuasiva.
      - Venga vale, si insistes tanto iré…
Comenzaron a caminar hacia el parque en el que habían quedado con Erik.